orla


gestos inconfundibles de cada uno de nosotros y nosotras
Imágenes cotidianas. Gestos delante del espejo. La intimidad desvelada. La eroticidad del gesto.

Somos los espectadores de tu gesto íntimo. Nosotros como espectadores vamos a descubrir a nuestros compañeros en la intimidad; mirándose al espejo. Quiero representar el movimiento del gesto para entenderlo mejor.
Los gestos dicen mucho de cada uno de nosotros. Más que un rostro estático, recordamos los gestos de ese rostro. La memoria del gesto.
Un desnudo en el espejo es el reflejo de un cuerpo en el espejo, pero un gesto es el movimiento de un cuerpo en el espacio, una concentración de la expresión propia de cada persona.
Pretendo representar a mis compañeros, mediante un gesto propio que les caracterice. Un movimiento concentrado de su expresión.
Quiero que nos convirtamos en voyeurs; que miremos desde la otra parte del espejo.
Muchas veces buscamos una imagen ideal de nuestro propio cuerpo, pero nuestro reflejo es lo suficientemente diferente para que en ocasiones no lleguemos a reconocernos y también lo suficientemente parecido como para buscar la superación de nosotros mismos. El reflejo de nuestra imagen, nos ayuda a pensar en nosotros mismos. La superficie del espejo a partir de la cual se proyecta nuestra imagen, recoge la tensión entre nosotros y nuestro reflejo.
Los espectadores vemos la proyección del reflejo del espejo. La simetría(reflejo en el espejo) de lo asimétrico(imagen en movimiento).

Francis Bacon es el pintor que he tomado como referente para mi proyecto. Me interesa la parte procesual de su obra. La utilización que hace de la fotografía en su trabajo, las imágenes trípticas para enriquecer la visión de la imagen. Comparto con él: el interés por el espacio, la conciencia aguda de la soledad y la indefensión del ser humano. La temática de Bacon siempre gira entorno al ser humano. En las deformaciones de sus retratos y autoretratos también rescata el gesto personal. Demarcar, aislar, extraer un trazo borrado. Recuperar los rasgos mínimos y diferenciales de cada rostro.

El proyecto me ha hecho acercarme más a mis compañeros, a su análisis a partir de sus propios gestos, sus expresiones, sus sonrisas, sus miradas. He intentado definir a cada uno de ellos en unas décimas de segundo, plasmando un gesto típico de cada uno, un instante concentrado de todo su movimiento en el espacio.
Intento capturar el interior del sujeto, sus esfuerzos por conocerse y llegar a definirse en una imagen que se disemina y dispersa como una superficie de reflexión donde se inscribe el doble. El otro.
Quiero transcribir el conjunto de sensaciones que el modelo suscita en mí. Burlar las rutinas del concepto de mirada. Evito el retrato convencional de una sola imagen.
He intentado descubrir la timidez con la que muchos se enfrentan a su propia imagen. La dualidad de cómo se siente cada uno por dentro y lo que irradia por fuera.
Nosotros somos los espectadores que observamos como se miran los demás en la intimidad, como se desvelan a ellos mismos delante del espejo.
He querido que cada uno acepte la imagen que refleja en el espejo como propia. Provocar en cada uno de nosotros un sentimiento. Que cada uno se descubra a sí mismo mirándose al espejo.
Descubrir en nuestros gestos nuestros propios sentimientos. Muestro una multiplicidad de mundos y su multiplicación y fragmentación. La simetria de lo asimétrico.
Mi proyecto es un documento visual y sonoro donde se puede resumir en “yo no hago nada delante del espejo” todo mi trabajo.